miércoles, 12 de febrero de 2014

En defensa de los discapacitados

El Ministro de Justicia español ha dado un paso importante contra el aborto,
esa barbarie inhuma que degrada a quienes la realizan y a quienes la
impulsan o apoyan. Como madre,  lamento que, en el PP,  se hayan
producido algunas discrepancias con el anteproyecto de ley de "los
derechos del concebido y no nacido...", algo que chirría en un partido
que recurrió la ley salvaje actual y había prometido, con posterior y
extraordinario éxito electoral,  la defensa de la vida del
"nasciturus". La vida humana es un valor innegociable; la muerte
violenta de un ser humano inocente (el aborto), un crimen horrendo.
Con razón, nos ufanamos de la defensa de los discapacitados, y,
contrariamente, resulta que se aprueban leyes que los discriminan
antes de nacer. ¡Menuda incoherencia ! ¿ Es que hemos dejado de ser
humanos? ¿Y qué pasa con los pobres niños anencefálicos? Son inviables
y suelen ser abortados de modo natural o ser prematuros. Una
prestigiosa neonatóloga vallisoletana, me dijo hace pocos años:
"cuando un niño prematuro es anencefálico, no lo entubo, no lo fuerzo
a vivir". ¿No es esto, lo humano y razonable? Como dice la doctora
italiana Mantovani, "el niño anencefálico que nace, nace vivo. Su vida
puede durar pocos minutos, una horas, unos días; a veces unas
semanas". En algún caso raro, unos meses. Respetémoslos.

 Josefa Romo

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